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Las ONG aseguraron que querían solicitar protección internacional y ACNUR pidió al Ejecutivo que garantizase acceso al procedimiento
MADRID, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno asegura que los siete inmigrantes que llegaron el pasado mes de abril en una lancha neumática a la Isla del Congreso, en el archipiélago de Chafarinas, tuvieron la oportunidad de pedir asilo y la rechazaron, por lo que fueron devueltos a Marruecos.
Lo explica en una respuesta parlamentaria por escrito al Grupo Amaiur en el Congreso, que se había interesado por esta cuestión después de que una ONG denunciase que estas personas habían manifestado que querían pedir asilo y aún así, se les había 'devuelto en caliente' a suelo marroquí.
El Ejecutivo sostiene que desplazó al islote a un equipo integrado por una letrada, un intérprete, un miembro de la delegación del Gobierno en Melilla --es la competente-- cinco policías de la Brigada de Extranjería y la Científica, una dotación de Guardias Civiles y personal de la Comandancia en la ciudad autónoma.
Según explica, después de que este equipo identificase a los extranjeros, "a todos ellos les fue ofrecida la posibilidad de solicitar protección internacional, sin que ninguno la solicitara ni manifestara su intención de hacerlo", por lo que "no puede en ningún caso afirmarse que no se atendió su derecho de solicitud de asilo".
Esta delegación fue la encargada de trasladar a la Península a los cuatro de los siete llegados al islote que dijeron ser menores de edad. El Gobierno concreta que tras avisar a la Fiscalía de Menores y a la Policía Local de la Ciudad Autónoma, se les envió a un centro de menores y de allí, al Hospital Comarcal, donde se les realizaron unas pruebas de determinación de la edad según las cuales, eran adultos.
Como resultado, se abrió para ellos también un procedimiento de devolución, comunicando estas actuaciones tanto a la Fiscalía de Menores como a la Consejería de Bienestar Social de Melilla. "La devolución se desarrolló conforme a las previsiones de la Ley de Extranjería y el acuerdo de readmisión existente entre ambos reinos", añade el Gobierno.
En este punto, dice que "por parte del Colegio de Abogados de Melilla se facilitó asistencia letrada a los siete inmigrantes" y, "de igual manera, a través de la empresa adjudicataria del servicio de intérpretes, se les facilitó uno".
Asimismo, destaca que el estado de salud de los siete "fue comprobado por los servicios médicos del Ejército español que se encontraban en la isla", un atolón deshabitado y bajo control militar situado a escasos kilómetros de la costa marroquí.
LAS ONG DICEN LO CONTRARIO
Los siete migrantes llegaron a Chafarinas en la mañana del 15 de abril desde Marruecos. Según informó la ONG Caminando Fronteras, eran todos susceptibles de pedir asilo pues procedían de Costa de Marfil (una persona), Malí (3 personas), Guinea Conakry (2 personas) y República Democrática del Congo (una persona), países estos donde los derechos humanos están comprometidos.
A lo largo de aquella mañana, activistas de esta organización estuvieron dando cuenta en redes sociales de la situación de los llegados al islote militarizado, con los que estaban en contacto. Según dijeron, cuatro de ellos eran menores de edad, otra persona se encontraba enferma y todos deseaban ser trasladado a un punto del territorio nacional en el que pudieran pedir asilo.
La ONG Coordinadora de Barrios presentó una queja ante la Defensora del Pueblo para promover una actuación de oficio con carácter urgente que garantizase el respeto a los derechos de estas personas y la correcta aplicación de la Ley de Extranjería. Reclamaban a la institución que intercediese para garantizar atención médica a los migrantes y su traslado inmediato.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), por su parte, emitió un comunicado para expresar su "preocupación" por estas siete personas y advertir al Gobierno de que negarles la posibilidad de pedir asilo contravendría la legislación vigente y los compromisos internacionales.
La institución llegó a contactar con el Ministerio del Interior para reclamar que estas personas pudieran pedir asilo, tras conocer que los migrantes, a través de su abogada, habían comunicado a las autoridades españolas su intención de presentar una solicitud.
EN CHAFARINAS NO HAY ASILO
En Chafarinas no hay posibilidad física de solicitar protección internacional por lo que si estas personas hubieran querido hacerlo, habrían tenido que ser trasladadas a otro punto del territorio nacional. No habría sido la primera vez, en mayo del año pasado ocho personas en las mismas circunstancias fueron conducidas a Melilla por un buque de la Armada.
Sin embargo, no siempre ocurre así. En septiembre de 2012 un grupo de 83 migrantes alcanzó la Isla de Tierra. Las embarazadas y los niños (diez personas) fueron trasladados a Melilla, pero a los demás, resultaron expulsados sobre la marcha a Marruecos en una devolución que dos de los afectados denunciaron al Tribunal de Estrasburgo.
